viernes, 16 de octubre de 2009

Sensibilidad


"Hieren mi corazón con monótona languidez".

Estas palabras del poema "Canción de otoño" de Verlaine sirvieron de clave para dar a conocer que el ataque aliado sobre Normandía sería a las 24 horas de su emisión.

El ataque fue un éxito militar... Sólo en el ejército aliado se produjeron 10.000 bajas. Diez mil almas desvanecidas.

En la guerra, como en el amor, como en la vida, todo vale, y sólo cuentan las grandes cifras. La ética y la paz señalan el destino, pero -como sabía Heráclito- la guerra está en el origen genuino de todas las cosas. Sólo que ahora la llamamos "struggle for life" o "eficacia energética" o "competitividad" o "agresividad comercial" o "inmigración ilegal" o "lucha contra el terrorismo" u "oposiciones a la función pública" o "campeonato mundial de fútbol"... El resultado de la guerra produce la dulce y romántica paz de los cementerios, la amargura frustrante del fracaso y la euforia incontenible de la victoria.

Espiamos este violento dualismo de crueldad y sensibilidad, de ferocidad y sensualidad, de suavidad y aspereza, en criaturas próximas como los gatos, esos tigres de jardín, pseudoanimales domésticos.

Este violento dualismo yace en lo profundo de nosotros: un polo de exquisita sensibilidad y un extremo terrible de violencia aniquiladora que suspende todas las compasiones, y manda a pasear a todos los escrúpulos.

La causa de los aliados parecía más justa. Creo que jugaban a favor de la libertad y la dignidad. Nada pudo evitar que determinados verdugos nazis firmaran la orden de una ejecución indiscriminada y luego se fueran al teatro a escuchar las refinadas escalas hacia el cielo de Wagner; nada impidió que las bombas atómicas cayeran sobre Japón.

La naturaleza nos ha preparado para el máximo sufrimiento y la máxima indiferencia. Tal vez porque la vida del humano -globalmente considerada- siempre ha sido dura. Tal vez por eso, mi abuela acertaba cuando decía... "Nos cansamos de vivir a gusto". ¿Será porque la carencia y los disgustos nos estimulan?

No hay comentarios: