martes, 28 de agosto de 2007

Libertad

En Kant la libertad está necesariamente vinculada al hecho de ser yo causa suficiente de transformaciones. La libertad no puede ser sino la libertad de un sujeto. Ahora bien, esas transformaciones pueden ser explicadas por motivos. En las antinomias de la CRP, Kant aborda el "misterio de la libertad" por primera vez. ¿Fue el problema de la libertad el que despertó a Kant de su "sueño dogmático"?

Para K no es la voluntad (la naturaleza en nosotros) la quintaesencia de la libertad, sino el deber. Libertad es el triunfo sobre nuestra naturaleza pulsional. Cuando este deber tiene la fuerza de producir un querer, entonces triunfa en nosotros la cosa en sí que somos en cuanto seres morales. AUTONOMIA significa que el deber tiene suficiente fuerza para producir un querer, por sí mismo.

2. La libertad no es algo dado, no es un atributo real del hombre. No ha sido regalada a éste, ni puede ser concedida por el Estado o la sociedad, salvo en su aspecto meramente formal, como posibilidad o ausencia de constricción externa, para que los hombres lleguen a ser libres. La libertad que concede el Estado es puramente negativa, como ausencia de esclavitud, servidumbre, censura, etc.

La libertad la va ganando el hombre en su quehacer en la medida que se constituye un carácter personal, una segunda naturaleza, la pálida llamita de eso que se ha llamado espíritu. La capacidad de decir(se) no.

El hombre no es libre, libre es lo que el hombre puede llegar a ser en un tiempo infinito. Por el contrario, uno nace absolutamente dependiente, porque somos efectos, productos naturales. La verdadera libertad es conquistada por uno mismo como un bien moral, metafísico. Ese uno mismo es la libertad: un centro de regulación consciente de las actividades y las costumbres.

Podemos decir el hombre es libre, pero ello sólo expresa la posibilidad de que sea causa de sí. Desde luego, se trata de una posibilidad real y no meramente lógica. Libertad es poder decidir lo que uno quiere, independencia o control de la gana propia.

3. «Estamos olvidando que la capacidad de aplazar la gratificación es el fundamento del desarrollo de la inteligencia y del comportamiento libre. Walter Mischel ha estudiado la resistencia a la compulsión como predictor del nivel de inteligencia» J. A. Marina. El laberinto sentimental, Barna. 1996, pg. 48.

Erich Fromm escribió en 1974 "El hombre, ¿es perezoso por naturaleza?", texto en el que se encrespaba contra la idea de la pereza innata del hombre. Le parecía una excusa inventada por los tiranos. "Si hay jefes e instituciones que quieren dominar al hombre, su arma ideológica más eficaz será convencerle de que no puede confiar en su propia voluntad y entendimiento".

El automenosprecio -añade Marina- es el comienzo de la sumisión. Esto ya lo sabía Sócrates. Por eso nos recomendó en el Lisis que no ensalzáramos al amante antes de haberlo cazado. Pero al fatuo también se le puede dominar mediante el halago.

4. Creerse absolutamente libre es tan peligroso como creerse un efecto de las circunstancias. Somos relativamente libres. Esto significa, paradójicamente expresado, que sólo somos libres para crear nuestra propia jaula. Algunos serán enterrados con ella puesta.

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